martes, 15 de mayo de 2012

Sección Feminista de Falange


La “Sección Femenina” fue una institución nacida a impulsos de la Falange e inspirada en la autenticidad, el rigor y la inquietud revolucionaria que José Antonio Primo de Rivera* infundió a su Movimiento. Para la Sección Femenina la educación teórica y práctica del catolicismo se convirtió en disciplina fundamental en sus escuelas y centros de instrucción. Franco les entregó el Castillo de la Mota de Medina del Campo como un símbolo de unidad entre el pasado y el presente. La Mota llegó a ser el centro creador y propulsor de la Sección Femenina. Su fundadora fue Pilar Primo de Rivera*, quién vivió las horas difíciles de la persecución y de la guerra, conoció el éxito y el fracaso, la alegría y la decepción, y alcanzó a ver como la Sección Femenina, obra de su vida, era fríamente destruida sin que nadie dijera nada en su defensa.

En Junio de 1934, empezó la persecución contra Falange y se tomó la decisión de crear, todavía dentro del SEU (Sindicato Español Universitario), una sección de mujeres con un cometido específico: realizar las labores de propaganda, con menos riesgos que los muchachos, porque aún existía, por aquellos años, cierto respeto a la condición femenina. En los años en que la Falange fue ilegalizada, la Sección Femenina asumió la misión de enlace en la clandestinidad, cumpliendo el cometido que se le había encomendado. Muchas mujeres fueron detenidas, la mayoría de las veces acusadas de promover alborotos en los juicios contra falangistas o asistir en manifestación a los entierros de los caídos, cada vez más frecuentes y promover disturbios en las calles al contestar a los insultos…

En Diciembre de 1934, en una circular, José Antonio Primo de Rivera estableció el estatuto de organización de la Sección Femenina, el cual estuvo vigente hasta finales de abril de 1937 .La Sección Femenina tuvo que modificar sus normas para acomodarse a dichos Estatutos, con gran sacrificio ya que suponía el dejar las misiones que hasta el momento habían desempeñado y sólo quedarse con la tarea de formar a la mujer en el “nuevo estilo”. La meta de la Sección Femenina era “nada menos que despertar en los españoles, por medio de sus afiliadas, conciencia de lo que supone ser español”, rompiendo la injusticia social que tantos hombres y mujeres padecían. Una de las bases de era la dignificación de la mujer en cuanto que es portadora de valores específicamente “femeninos” en la vida moderna. Las mujeres de Falange estaban empeñadas en “una verdadera revolución” para que lo femenino, se convirtiera en algo justamente valorado. Siguiendo en esta línea y en el ámbito de la legislación, vieron a la luz innumerables disposiciones a favor de la mujer trabajadora. La ley más importante de las propuestas y conseguidas por la Sección Femenina fue la del 22 de Julio de 1961, de “Igualdad de Derechos Políticos, Profesionales y de Trabajo de la Mujer”. Así con esta ley se ponía fin a todas las discriminaciones e injusticias que venía sufriendo la mujer tanto en el ámbito laboral como en los medios intelectuales.

Los detractores de la Sección Femenina pasan página a estos hechos, ya que no les interesa el que la gente se entere de que el tener una profesión no impide el poder tener una familia, claro que ahora se tiende a la comodidad y dentro de esta palabra sobra el sacrificio que pueda suponer en algún momento el tener hijos, el crear una familia y atenderla como es debido.

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